martes, 8 de marzo de 2016

Una tarde de dinosaurios (o como yo intenté que me gustara la danza contemporánea)

Hace unos días, caminaba por la Av. Chapultepec cuando noté un papel abrazando una viga de cemento que promocionaba la presentación de una obra de teatro/danza contemporánea, el titulo era "Cuadros de una relación violenta" o algo trágico por el estilo. Haciendo memoria, ya había visto a dicha compañía de teatro/danza ensayar esa obra en otras partes de la ciudad pero nunca había llamado mi atención mas allá de 30 segundos. A pesar de eso, decidí darle una oportunidad, ya que mi tarde estaba libre y mi animo algo decaído; un poco de teatro callejero de seguro me haría bien. Abrí mi agenda mental y anoté: martes 8 a las 6pm en Av. México. 

Salí de mi casa con una falda de Angelic Pretty con fresitas, botines negros, blusa blanca, un sombrero rojo, cinturón negro entallando mi cintura y una bolsa rosa de Hello Kitty. Después de 20 minutos en camión, 4 cuadras caminadas y 8 comentarios de extraños comparándome con Rosita Fresita, llegue al lugar citado 5 para las 6. Ya habían instalado 3 escenarios: una manta grande y blanca en el suelo, con zapatos rojos esparcidos (creo yo) al azar por la manta, a los 3 metros unos cuadros con frases escritas en rojo colgando ordenadamente sobre otra manta(algo hablaban de la violencia y la corrupción, pero el viento las movía y no se podía leer bien) igual de grande que la anterior. El último escenario eran 5 sillas de madera blanca, sabías los limites del escenario por unos estambres que formaban un cuadrado. Ese día hubo vientos bastante fuertes, por lo que atrás de las sillas había un árbol de unos 5 metros caído y siendo hachado en partes por un oficial de vialidad, el efecto audiovisual era bastante entretenido. 

Pasaron alrededor de 20 minutos antes que llegaran 4 bailarinas aplaudiendo y 2 muchachos en traje tocando el acordeón; se dirigieron al 1er escenario, un muchacho ajeno a estas últimas 6 personas entro en el cuadro con sillas y dio la introducción: eran un grupo de Bogotá y estaban ahí gracias a una beca de su gobierno. Después de ese corte informativo, las 4 chicas iniciaron un jueguito de "robalelasillaalchicodelacordeon" y terminaron con un baile en parejas representando a un hombre y una mujer en una relación violenta (eso entendí yo, puede que este mal, pero bueno). Los muchachos del acordeón nos hicieron señas para ir al siguiente escenario (los cuadros con la manta), pero cuando llegamos, recordé un pequeño detalle: no me gusta la danza contemporánea. 

Abandone el lugar, caminé 8 cuadras al son de comparaciones con el dibujo infantil, hice 20 minutos en camión, llegue a mi casa, me puse una pijama, me acosté y abracé a Rutherford ( mi T-Rex de peluche). 


Atte:
La Dame de Veresailles